Soria, provincia alimentada por las diferentes civilizaciones que la han poblado, ofrece un paraje con un aura especial cargado de leyendas y con una simbología asociada a la Orden del Temple. Es la ermita de San Bartolomé de Ucero, un templo enigmático situado en pleno Cañón del Río Lobos.
La ermita está rodeada de un halo de misterio, ya que hay teorías que creen que el lugar fue sede templaria de San Juan de Otero, dentro del obispado de Osma. La simbología que se aprecia en lugares del templo, como en la losa de su suelo, los canecillos o los capiteles, tiene referencias constantes a los templarios.

Además, se cree que el convento templario de San Juan de Otero se encontraba a unos cuatro kilómetros de la ermita, cerca de los actuales restos del castillo de Ucero, considerándose que todo ese territorio pudo ser propiedad de la Orden del Temple.

El lugar, que no solo llama la atención por su misterio y las leyendas que se asocian a él, sino por su ubicación, en pleno corazón del Cañón del Río Lobos, es uno de los espacios naturales más importantes de la provincia.

Se trata de un espectacular cañón kárstico de 25 kms, creado por la erosión fluvial. Permite realizar una ruta por un espacio declarado Parque Natural, cuyo desfiladero conforma un patrimonio de gran diversidad biológica. El paseo, cómodo y sencillo, a lo largo de las dos vertientes del río y entre arbolado y el vuelo de buitres, se cubre en apenas 20 minutos.