La zona de Ametzola será territorio 'spur' el próximo miércoles. Así es como se les conoce a los hinchas del Tottenham Hotspur, cuya Fan Zone estará situada en el parque de este barrio de Bilbao. Los cerca de 50.000 aficionados ingleses que llegarán a la capital vizcaina generan inquietud entre los establecimientos de la zona, que temen que el exceso de alcohol cause estragos entre los visitantes ingleses.
"Queríamos sacar unos grifos fuera del local, aunque creo que no me van a dejar. No quiero que entren dentro del bar, es un sitio pequeño y no da para tanta gente", se lamenta Javier, propietario de la Cafetería Ametzola. Uno de sus mayores miedos respecto a la cita del miércoles, es que cuando la Fan Zone cierre a las 18.00 horas, miles de seguidores ingleses acudan a su establecimiento en tromba y no pueda responder a la exigente demanda.
"Me estoy planteando si abrir o no. Ya no es sólo si la lían o no, con que bajen 2.000 personas aquí imagínate cómo puede quedar el baño ya que nosotros estamos en primera línea. Es una buena oportunidad, pero al día siguiente tengo que seguir trabajando", afirma preocupado.
Aunque los preparativos en Ametzola apenas acaban de comenzar, ya se está vallando la zona, los vecinos temen cómo afectará al barrio esta importante cita. "Creemos que muchos bajarán al centro de Bilbao e irán por libre, aunque sin duda miles rondarán por aquí", apuntan haciendo cábalas sobre el comportamiento de los ingleses.
En el Batzoki también intentan buscar fórmulas para que los efectos de la fiesta repercuta lo menos posible en su negocio sin dejar de prestar servicio. "No vamos a dar comidas ese día. Vamos a montar unos grifos de cerveza rubia en las ventanas y serviremos desde dentro", sostiene Aitor, su dueño.
El comedor, cerrado al público, servirá como almacén improvisado frente a la gran cantidad de barriles que espera recibir ese día. "He pedido 40, lo que suman unos 2.000 litros de cerveza, tenemos que estar preparados", afirma.
Pese a que confiesa que el comportamiento de los ingleses le genera algo de incertidumbre, confía en el buen hacer de la policía y en el civismo de los hinchas. "Yo trato muy bien a la gente. Ante una sonrisa es imposible que surjan problemas, a no ser que se peleen entre ellos", apunta.
De una manera similar se organizarán en el bar Wonka. René, uno de sus trabajadores, señala que tienen pensado colocar una especie de txosna con pantallas, para que los aficionados del Tottenham Hotspur que no tengan entradas puedan disfrutar del partido.
"Vamos a ser entre ocho y nueve trabajadores y de comida hemos planteado preparar bocatas para unas 1.500 personas, más vale que sobre a que falte", indica. Respecto al precio de las consumiciones, asegura que aún no han estipulado una tarifa ya que son varios locales en la zona y se quiere fijar en una misma cantidad.